La popular cantante se presentó en el festival de folclore con outfits que dividieron la opinión de sus seguidores.
Soledad Pastorutti es una de las artistas más icónicas del festival de folclore Cosquín, y este año más allá de los aplausos que cosechó, la popular cantante también desató furiosas críticas por el llamativo vestuario que indignó al sector más conservador del público.
Con un mono blanco corto bordado en hilos negros, que se cerraba por el escote, Soledad Pastorutti subió al escenario de Cosquín, combinando el enterito con un cinturón negro y unas bucaneras con boca de pez. Además, la artista lució un peinado que es tendencia este verano.
Además, La Sole apareció en escena más tarde con un cambio de vestuario, con otro enterito negro, acompañado con falda adelante y short atrás. El conjunto dejó ver su espalda al descubierto y un escote con lentejuelas. Además, la cantante lució unos stilettos negros a tono con su outfit.
Para las dos opciones de vestuario, Soledad Pastorutti optó por un kimono que se quitó en medio de la presentación para revolearlo como si fuese su legendario poncho.
La artista, que está cumpliendo 26 años de trayectoria, subió al escenario de la plaza Próspero Molina con un estilo vanguardista y pop, aunque manteniendo detalles asociados a lo rural. Optó por un primer outfit blanco, short y bucaneras. Luego vistió otro enterito negro, acompañado con falda adelante y short atrás, con un saco que se convirtió en poncho para las chacareras.
Siempre con el pelo recogido, muy elegante y fresca. Incluso, hacia el final, se la vio a Soledad bailando sin prejuicios y disfrutando del calor popular.
Los modistas de Soledad fueron Sebastián Casal, Liza Tanoni y el atelier Otro cantar.
En Instagram, donde cosecha más de 1,4 millones de seguidores, La Sole compartió fotos de su show en Cosquín. Si bien fanáticos y hasta famosos como Agustina Cherri y Catherine Fulop le dejaron piropos por la belleza natural, otros usuarios manifestaron su disconformidad con el look debido a usarlo en un escenario “tradicional” como el de Cosquín.
“Ya no es la Sole de Arequito”, “Muy desubicado el vestuario, parece Tini Stoessel” y “El estilismo no armoniza con su entorno” fueron algunos de los comentarios machistas y repudiables dirigidos hacia la ganadora del Latin Grammy.