En lo que va del 2023, la deuda comercial que se venía pisando y acumulando por importaciones rondaba entre los 700 y 1.400 millones de dólares mensuales.

El tema es tan relevante que el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) lo analizó en un apartado del último Staff Report vinculado con la 5° y 6° revisión del acuerdo ampliado vigente (EEF) con Argentina. Según el FMI, el stock de financiamiento de importaciones alcanzó un máximo histórico de 38.000 millones de dólares al mes pasado.
Lo cierto es que será otra fuente de presión sobre el mercado de cambios para el próximo gobierno, ya que se trata de una demanda de divisas reprimida.
El Balance Cambiario del Banco Central (BCRA) de julio volvió a mostrar otro escalón en el stock de deuda con los importadores, en torno de los 2.130 millones de dólares, debido a que las importaciones devengadas (según datos del INdEC) fueron de 6.709 millones de dólares mientras que los datos del BCRA dan cuenta que los pagos por importaciones sumaron 4.579 millones de dólares.
Vale señalar que las estimaciones privadas difieren según el cálculo que se tome ya que la información del INdEC es base CIF (costo y flete) mientras que las del BCRA no. Pero al fin de cuentas las discrepancias no superan un 3% a 5%. Lo importante es que el dato de julio es inquietante ya que es el mayor aumento mensual en años con cepo y restricciones cambiarias.
En lo que va del 2023, la deuda comercial que se venía pisando y acumulando por importaciones rondaba entre los 700 y 1.400 millones de dólares mensuales. El promedio del primer semestre era inferior a los 1.100 millones de dólares, aproximadamente representaba un 17% de las importaciones totales. Pero en julio saltó a más de 2.000 millones de dólares, representando un 32% del total de embarques despachados a plaza.
El Fondo explica que “desde junio del 2022 las importaciones mensuales promediaron u$s6.600 millones, pero los pagos mensuales u$s5.400 millones. Luego al aumentar el plazo promedio de financiamiento requerido a 90 días, la deuda a corto plazo de los importadores creció en alrededor de u$s16.000 millones entre fines de 2021 y julio de 2023”.
Ahora bien, nada más alejado de la realidad que el Gobierno no deja importar y por eso faltan insumos y bienes importados. Los números son elocuentes, en los primeros siete meses se importaron casi 44.500 millones de dólares, como si no hubiera crisis de reservas.
Lo que ocurre es que lo que se importa es totalmente discrecional en pos de mantener el nivel de actividad industrial, y por eso las quejas sectoriales como la de la salud y otros. Era obvio el ajuste del sector externo por el impacto de la sequía pero poco digerible la receta del FMI en año electoral.