El Presidente de la Nación permanecerá cinco días en Israel, una estadía por demás de prolongada para lo que suele ser una visita protocolar o diplomática.
La mayoría de los Presidentes suele pasar uno o dos días en el territorio, mantienen sus reuniones bilaterales y luego regresan.
Pero Javier Milei no solamente que estará cinco días allí, sino que visitará Jerusalén, Tel Aviv y se reunirá -entre otros- con Benjamín Netanyahu, mientras Israel lleva adelante una cruenta guerra contra Palestina y el grupo terrorista Hamas.
Luego, irá a la Santa Sede del Vaticano para reunirse con el Papa Francisco. Como si no hubiese problemas en la Argentina…
A esto tenemos que agregarle que, en el mes de mayo, estará visitando nuestro mar argentino el portaaviones estadounidense USS George Washington, de propulsión nuclear y el sexto en importancia de la flota norteamericana.
Es decir, Milei decide posicionar a Argentina en el eje Israel-EEUU-Ucrania en el marco de un mundo convulsionado y con potencias enfrentadas (China y Rusia del otro lado).
¿Y a qué viene el portaaviones USS George Washington? Oficialmente, solamente se sabe que hará maniobras de entrenamiento de combate y demás. No mucho más.
Lo cierto es que Argentina vuelve a «aparecer en el mapa», y lo hace en el peor momento, volcándose decididamente hacia una de las partes en un gran conflicto. Agreguémosle a esto los tropezones de la canciller, Diana Mondino, haciendo «buenas migas» con Taiwán, entre otras cosas.
No solamente que el consumo en supermercados se redujo en un 20%, las Pymes han caído 30% en el mes de enero y la inflación acumula más del 40% en dos meses, sino que ahora, debemos agregarle posibles conflictos internacionales. Ojalá que esté equivocado.
Andrés Battistella
grupoderf@hotmail.com