El historiador Daniel Balmaceda, periodista y escritor, se convirtió en un gran divulgador de los orígenes de muchos platos y expresiones gastronómicas que son de uso corriente en la Argentina.
Y, entre todas las que usamos cotidianamente, hay una que llama la atención por lo mucho que se la usa y lo poco que la gente se cuestiona de dónde proviene.
“La verdad de la milanesa”: todo el mundo sabe qué sentido tiene decirla, pero… ¿por qué la decimos? ¿Hay milanesas que dicen la verdad, y otras que dicen mentiras?
Si bien exactamente no es ese el sentido de la expresión, Balmaceda la explica con mucha claridad.
“El rebozado de la milanesa preserva la carne. Cuando uno come milanesas no sabe realmente qué hay adentro. Eso le pasaba a mucha gente en 1920, 1930. Decían: ¿Qué nos pusieron acá adentro? Recién cuando uno abría y cortaba, podía ver. Esa era la verdadera milanesa. ‘La verdad de la milanesa’ es cuando recién la abrimos”, explicó el historiador.