La actividad física es esencial para una vida sana pero debe hacer con moderación y adaptada al nivel y condición física de cada persona.
Hacer ejercicio físico es más que recomendable, pues es la mejor manera de llevar una vida saludable, controlar el peso y prevenir enfermedades de todo tipo. Además, suele ser divertido y tiene beneficios en nuestro bienestar y salud mental.
Sin embargo, pueden darse situaciones en las que abusemos del ejercicio, lo que puede tener consecuencias para nuestro organismo. Se considera un exceso de ejercicio físico cuando una persona se ejercita por encima de la capacidad de rendimiento de su organismo. Estas personas suelen obsesionarse con el deporte o la actividad física, sin importarles que este abuso derive en lesiones o molestias.
La recomendación de la OMS es que las personas de entre 18 y 65 años deben practicar 150 minutos de ejercicio físico a la semana, o lo que es lo mismo, unos 20 minutos diarios nos garantizan una vida sana y equilibrada.
Factores importantes al hacer deporte
Pasarse con el deporte está relacionado con la intensidad con que practicamos una actividad, más que con el tiempo que le dedicamos. Cuando hacemos deporte debemos tener presente la importancia de calentar, de hidratarse correctamente y de estirar tras el ejercicio físico.
Además, también hay que tener en cuenta otros factores tales como la dieta, que debe ser apropiada y acorde con el tipo de vida que llevamos y de ejercicio que practicamos; y el descanso, necesario para nuestro cuerpo.
Consecuencias de abusar del ejercicio físico
En primer lugar, pasarse con el deporte nos provoca un deterioro físico. Si bien hacer ejercicio físico de forma regular nos ayuda a mantenernos ágiles y saludables, abusar de él no solo causa fracturas o esguinces, si no que también puede acelerar el envejecimiento celular, lo que deriva en la aparición de enfermedades. A menudo se dan dolencias cardíacas, problemas en las articulaciones y un debilitamiento del sistema inmune.
Por eso, nuestro entrenamiento físico debe ser progresivo, de manera que vayamos aumentando el tiempo y la intensidad a medida que nuestro cuerpo se vaya adaptando. De otra manera, si nuestro cuerpo no está preparado, tendremos un riesgo mucho mayor de sufrir lesiones.
Entre las lesiones más frecuentes entre las personas que entrenan demasiado está la tendinitis, que se produce cuando se repite un mismo movimiento durante mucho tiempo. Las distensiones musculares, o rotura de fibras musculares por un fuerte estiramiento, son otra de las lesiones que suelen darse en estos casos. Las roturas o desgarros del menisco son fracturas más graves que también pueden producirse cuando descontrolamos el ejercicio que hacemos.
Un abuso del deporte también puede causar una pérdida del contenido mineral del hueso, lo que desemboca en casos de osteoporosis.
La vigorexia es otro problema de salud derivado de una obsesión desmesurada por el ejercicio físico. En este caso, se trata de un trastorno dismórfico corporal en el que la persona se obsesiona por desarrollar sus músculos de una forma exagerada.