El impacto de la nueva temporada de «El señor de los Anillos: los anillos del poder» es hermoso y no encuentro otras palabras para definirlo. Si hay algo que no me cayó bien de la primera edición fue su forma lenta y poco concisa de arrancar, pero hablando en criollo y, más precisamente en argentino, la nueva edición goza justamente de ir al hueso de entrada. Lo cierto es que la primera parte sirvió como un camino introductorio a los personajes que terminó de una manera que sirvió para abrir las puertas a esta temporada.
Hay que recordar que, en los últimos episodios se descubre que Sauron es Halbrand, quien quiso engañar a Galadriel haciéndose pasar por el heredero al trono de los pueblos del sur. Y así es cómo, en esta nueva temporada, se empieza a entender el camino que dejó Sauron en su paso con las consecuencias que devendrán en un conflicto entre las fuerzas del bien y las huestes del mal. Es, quizás, eso mismo lo que le faltó a la primera parte: el impacto de entrada con un conflicto para entretener y guiar todos los episodios en base a un mismo problema.
Pero, ya desde estos tres primeros episodios que están disponibles, el tono es más oscuro mientras que la narración y hasta la música, cambian. Bear McCreary hizo un espectáculo musical para los oídos con el tema de los Anillos del Poder que resuena y se mezcla mágicamente con el de Sauron. Además, la disputa entre los elfos por conquistar la Tierra Media con el plan de Sauron produce una fractura entre la amistad de los elfos Galadriel y Elrond, que fue producto de el Señor Oscuro y es, en todo momento, perfectamente acompañada por un impacto musical en los oídos que hace la diferencia.
Además, otro de los puntos a favor que tienen, al menos los tres episodios que ya están disponibles, es la forma en la que se desarrollan todas las dinámicas que suceden. Y no es solamente a nivel peleas, sino también en lo que a mentiras, desengaños y mucho más van sucediendo. Asimismo, en esta ocasión, dejando de lado la eterna introducción de la primera temporada, saben jugar con el punto de incógnito de la identidad de algunos personajes, como de Gandalf. Con una intensidad constante y llena de enigmas, el tercer episodio ya baja un poco más su motivación, pero no se sale de este hilo conductor que te atrapa y entretiene hasta el final.
Sino que, para el tercer capítulo, el foco ya está puesto en algunos personajes como Durin, la relación con su padre, el rey bajo la montaña: Númenor y las consecuencias de la batalla que ayudó a nacer a Mordor, entre otras cosas. En estos detalles que suceden en el tercer capítulo, ya sea los mencionados o muchos más que van a pasar, se pueden ver matices de un conflicto interesante que podría desarrollarse a lo largo de la temporada.
En definitiva, la producción es majestuosa. Si bien está con dos primeros episodios completamente atrapantes, impactantes y poderosos, mientras que el tercero tiende a decaer, visualmente deja sin palabras al igual que la madurez con la que se llevó adelante esta parte de la historia dejando a Sauron como eje central, una gran apuesta que salió mejor de lo esperado. Efectivamente, un estreno imperdible que terminará su edición el próximo 3 de octubre.