El femicidio ocurrió varios días antes de que las autoridades encontraran el cuerpo y los familiares de la víctima desconfían de la declaración de los dueños de la pensión.
Las primeras informaciones indican que la joven llevaba muerta al menos 36 horas y que su cuerpo tiene marcas que sugieren que habría recibido al menos 10 puñaladas.
Al ingresar con la policía al cuarto de la vivienda ubicada en 9 de julio al 500 en la ciudad de Rosario, los amigos encontraron el cuerpo sin vida de la joven identificada como Melani Juárez. Los efectivos policiales destacaron además que en el lugar del crimen había desaparecido su teléfono celular.
Desde la pensión le aseguraron a la familia que “nadie sabe nada ni escuchó nada”. Sin embargo la hermana de la víctima puso en duda estas declaraciones: “Es un cuarto chiquito, de dos por dos, donde se escucha todo ¿y nadie tiene datos?”.
En tanto una vecina reveló a los medios locales que “ya había olor a descomposición en el lugar”. Todos coinciden en que es imposible que nadie haya notado nada raro, ya que la joven llevaba varias horas sin vida y fue asesinada de manera violenta.
Aparentemente no había puertas violentadas, solo una ventana abierta, por lo que se presume que quien la asesinó tenía llave del lugar o logró entrar y salir sin forzar ninguna cerradura.