Es un imprescindible en cualquier cocina y aporta un toque muy característico a los platos a los que acompaña. El vinagre puede utilizarse para un sinfín de preparaciones, ya sea escabeche, marinado o aliño para ensaladas. En el supermercado venden vinagres aromatizados, pero también puedes prepararlos tú misma en casa, adaptándolos a tus propios gustos y necesidades. Te aseguramos que el resultado valdrá la pena, pues convierten en una auténtica delicia hasta los platos más sencillos.
Tunear vinagres es un proceso muy sencillo, pero con el que se consiguen grandes resultados. Eso sí, asegúrate de que el vinagre sea de calidad y que no tenga un aroma demasiado intenso, es mejor que su aroma sea menos marcado y tirando a neutro. Por eso, mejor desechar los de Jerez o de Módena, que están mucho mejor si los consumimos al natural. A continuación, solo nos queda escoger los condimentos o hierbas con los que lo queramos aromatizar. Para un sabor todavía más especial, podemos añadir un poquito de pimienta.
Cuando se usen hierbas, te recomendamos que las elijas frescas en lugar de secas, pues aportan más sabor. Además, ten en cuenta que deberás dejar el vinagre reposar durante dos semanas una vez hayas añadido los ingredientes deseados, aunque siempre puedes dejarlo una semana más si ves que todavía no ha alcanzado el sabor deseado. En todos los casos, necesitaremos un recipiente de cristal y cuello ancho. Una vez que tenemos el vinagre aromatizado, procederemos a colarlo con papel de cocina, un colador o un trapo. Después, lo guardaremos en un lugar fresco y oscuro.
Una vez hechas estas aclaraciones, toma nota de estas ideas para tunear vinagres a tu gusto.
Vinagre con un toque de frambuesa y limón
Primero, calienta 500 mililitros de vinagre en una cazuela, pero sin que llegue a hervir. Añade la piel del limón, tápalo y deja que se enfríe entre 2 y 3 horas. Cuela el vinagre y ponlo en un tarro de cristal junto con las frambuesas. Deja reposar 3 semanas y recuerda agitarlo un poco cada día, al menos durante los 10 primeros días.
Vinagre de lavanda
Para elaborarlo necesitarás 500 mililitros de vinagre de cava. Una vez que lo tienes, introdúcelo en un recipiente de cristal junto a 1 taza de flores de lavanda y 1 cáscara seca de limón. Tápalo y déjalo reposar 2 semanas.
Vinagre de hierbas
En un recipiente de cristal, mezcla 500 mililitros de vinagre de vino blanco con las hierbas que más te gusten. Puede ser tomillo, romero, salvia, perejil… Añade 2 o 3 dientes de ajo, tapa y deja reposar durante 2 semanas.
Vinagre de guindilla y cilantro
Introduce 500 mililitros de vino blanco en un recipiente de cristal y añade media cebolla cortada en juliana, 1 cucharada de semillas de cilantro, 1 rama de orégano fresco y 1 guindilla. Tapa y espera 2 semanas antes de utilizarlo.
Vinagre de jengibre y ajo
Maja el ajo en un mortero e introdúcelo en un recipiente de cristal junto con el jengibre (previamente lavado y cortado en rodajas finas) y 500 mililitros de vinagre de manzana. Deja reposar durante 2 semanas antes de utilizarlo.