El presidente arribó cerca de las 23.21 a la ciudad patagónica, acompañado por la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; el ministro de Defensa, Luis Petri; y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
El jefe de Estado reafirmó que el encuentro en Tierra del Fuego busca «ratificar el desarrollo en la base naval integrada, un gran centro logístico que se constituirá el gran de desarrollo más cercano a la Antártida y convertirá a nuestro país en la puerta de entrada al continente blanco». Según dijo, la obra permitirá desarrollar la economía local, brindar apoyo logístico y con reparaciones a buques que operan en el Atlántico Sur y permitirá que navíos y rompehielos puedan acceder en Ushuaia a reparaciones antes de seguir con su travesía.
«Estamos convencidos que la soberanía no se defiende con aislacionismo y discursos rimbombantes sino con convicción política y construyendo alianzas estratégicas con quienes compartimos una visión de mundo», dijo y llamó a reforzar la alianza estratégica con EEUU, a quienes agradeció una vez más por la visita. «Esperemos que estos primeros pasos sean el comienzo de una relación especial entre ambas naciones», cerró.
El mandatario tomó la decisión de viajar a la provincia fueguina para reunirse con la generala, quien se encuentra en la Patagonia cumpliendo una de las actividades de su abultada agenda. En Ushuaia, Richardson visitará al personal militar local para conocer sus misiones y el papel que desempeñan en la salvaguardia de rutas marítimas.