El Presidente de Unión no dio a conocer a la masa societaria los puntos de la imputación penal que ostenta y se escucha que tampoco se los presentó a sus pares de Comisión Directiva. Ningún medio de prensa los publicó siendo que los eventos de la justicia penal son públicos. ¿Por qué no son públicos los hechos que se le imputan al Presidente de Unión?
Este viernes se realiza la Asamblea General Ordinaria del Club Atlético Unión convocada fuera de término estatutario. La asamblea nuevamente deberá darle el “sí” al incumplimiento.
Además, la convocatoria se realizó con el objetivo de la “aprobación de la memoria y balance” y no para la “consideración” -por la positiva o negativa- de la masa societaria. Una redacción de la orden del día novedosa para la vida democrática.
La masa societaria dividida por la conducción de Luis Spahn:
El Presidente de Unión es un émulo de los dirigentes que generaron la grieta política en Argentina, pero sin la espalda ni el núcleo duro de fanáticos que lo siga como aquellos. Varios que acompañarían a Spahn hoy con su voto, no lo harían por el propio actual Presidente sino por reticencia a “qué hará la oposición si llega”.
En el concierto nacional «Luis» no es reconocido pese a su larga estadía en el Club. Unión quedó afuera del Comité Ejecutivo de AFA hasta al menos el año 2025. Y probablemente la búsqueda de jugadores en el exterior sea un síntoma que demuestra las relaciones internas en la arena del fútbol argentino.
Hoy se siente la vida interna del Club que se llama Unión por contradicciones: estás a favor o en contra de Spahn. El desgaste como figura política interna del Club es notable. No se escucha ni ve a figuras de realce público que se manifiesten a favor de su gestión a viva voz.
El actual Presidente tiene (además de ganar clásicos) un acervo infranqueable: no pudo ingresar a Unión a la Copa Libertadores, primera torneo de la Conmebol (segundo es la Sudamericana); conoció la B; alquiló un predio pese a la promesa de campaña de adquirirlo; no concluyó el estadio de la gente; es el principal acreedor de la institución por 5.5 millones de dólares y –entre otras- fue el titular del Club en tiempos de los primos campeones. Tampoco reformó el estatuto para realzar el reconocimiento de la mujer, la elección de la junta electoral de manera democrática, fomentar el rol institucional de las agrupaciones, en una larga lista de necesidades jurídicas a plasmar en la carta magna institucional que se impone a una institución gigante como la del Tate.
A las reuniones de Comisión Directiva no estarían asistiendo todos los integrantes. También sufrió renuncias de importancia.
Spahn vive el fin de un ciclo que él mismo pretende estirar.
Fuente: Real Malicia – Nota 22