El debate común con respecto al cepillado de los dientes es: ¿Los dientes se lavan antes o después del café por la mañana? Personalmente, prefiero la segunda opción, pues siento el aliento fresco durante toda la mañana. Ahora bien, hay algo de lo que no se habla tan frecuentemente y que es muy importante: la limpieza y desinfección de este utensilio de higiene bucal.
Aunque a simple vista luce inofensivo, la verdad es que acumula una gran cantidad de bacterias y es esencial eliminarlas cada cierto tiempo. Si estás aquí buscando información acerca de cómo limpiar y desinfectar el cepillo de dientes correctamente, toma nota de estos trucos con los que podrás mantenerlo higienizado sin productos caros.
4 maneras de desinfectar los cepillos de dientes fácilmente
No basta con lavarlo después de cepillarnos para eliminar la espuma resultante, lamentablemente, esto no hace que se desaparezcan los microorganismos nocivos, y aunque quizá estemos evitando caries, seguimos llevando a nuestra boca gérmenes perjudiciales. Pon en práctica cualquiera de estos métodos para desinfectar el cepillo dental y úsalo sin ningún riesgo.
Agua caliente
La forma más sencilla, rápida y práctica de acabar con toda bacteria es sumergir el cepillo en agua hirviendo por 2 a 3 minutos, luego sacude las cerdas con el dedo pulgar bajo el agua del grifo (ya se habrán suavizado por la elevada temperatura) y al final déjalo secar al aire libre.
Enjuague bucal con clorhexidina
Este componente es especial para eliminar bacterias y microorganismos que causan caries, gingivitis y acumulación de placa. Así como ayuda a reducir el recuento bacteriano, también es eficaz para minimizarlos en el cepillo de dientes, solo debes dejarlo en remojo por una hora con un poco de este líquido, enjuaga y deja que se seque por su cuenta.
Limpiador de prótesis dentales
Las famosas pastillas efervescentes para limpiar las dentaduras postizas también sirven para desinfectar utensilios de higiene bucal. La clave es llenar un vaso con agua, colocar una tableta, dejar que se disuelva, introducir el cepillo por 5 minutos y enjuagar pasado este tiempo.
Vinagre blanco y bicarbonato de sodio
El vinagre contiene ácido acético y el bicarbonato es un polvo con propiedades antisépticas, por lo que, al mezclarlos, forman una sustancia capaz de limpiar y destruir gérmenes. Simplemente, mézclalos en cantidades iguales con un poco de agua, sumerge el cepillo por un par de horas y lávalo al finalizar.
No olvides que, además de desinfectar el cepillo cada cierto tiempo (al menos una vez por semana), lo que recomiendan los especialistas es reemplazarlos cada tres meses, pues, aunque se laven con frecuencia, por lo general se guardan en el baño y están expuestos a constante humedad, bacterias y contaminación.