El pasado viernes 16 de febrero el Comité Argentino de Solidaridad con Palestina convocó a una caravana desde el Congreso y hasta el Obelisco para apoyar a Palestina.
La entidad, que contó con el apoyo de organizaciones sociales y políticas y autoconvocados, también repudió la intención del presidente, Javier Milei, de trasladar la embajada Argentina a Jerusalén.
En autos, en bicicletas y a pie, marchó la caravana con banderas de los colores de Palestina, haciendo sonar las bocinas y demandando el alto al fuego de Israel. Ante esta movilización no se activó el protocolo anti piquete de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Los carteles de los participantes exigían el “alto el fuego ya” y señalaban “no es guerra, es un genocidio”. Además, se escuchaba el cántico “Libre, libre Palestina, sin agresión sionista”.
Desde la Plaza del Congreso avanzaron por la Avenida Callao, luego por Santa Fé, hasta llegar a la Avenida 9 de Julio, donde se incrementaron los bocinazos.
A la movilización se sumaban aplausos de algunas personas que los veían pasar. La consigna de la jornada era «no en nuestro nombre», en alusión a las resoluciones del presidente, Javier Milei, ya que repudian su vínculo con su par israelí Netanyahu y su decisión de trasladar la embajada argentina a Jerusalén, la ciudad capital de Palestina.
Cuando pasaron por la embajada de Israel mostraron los carteles y banderas, mientras algunos cantaban: “Desde el río hasta el mar Palestina vencerá”.
Documento del Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino
«El Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino, repudia una vez más el genocidio que se viene ejecutando por parte del Estado Sionista de Israel en Gaza y en toda Palestina Ocupada y exige al gobierno argentino no seguir acompañando las políticas criminales del ente sionista.
Exhortamos al Sr. Presidente Milei a NO HABLAR EN NUESTRO NOMBRE y no someter al pueblo argentino a la complicidad de uno de los crímenes más aberrantes de nuestra historia contemporánea.
No podemos permitir Sr. Presidente, que usted propicie y profundice el Estado de terrorismo que ejerce la ocupación israelí al prometer su alianza incondicional, que se traduce en respaldar el cambio de la Embajada Argentina a Jerusalén, así como incitar a la reconstrucción del Tercer Templo de Jerusalén, que implicaría la destrucción de la mezquita de Al-Aqsa, uno de los tres lugares más sagrados para más de 1500 millones de musulmanes en el mundo.
La matanza a la que están siendo sometidos los civiles palestinos gazatíes, la hambruna, enfermedades, y los continuos desplazamientos, son inaceptable, es genocidio. Los incesantes bombardeos a los campos de refugiados en Rafah constituyen la fase final del exterminio. Los criminales y quienes los apoyan, sus cómplices, más temprano que tarde, deberán rendir cuentas, ante la humanidad.
Nos preocupa, que el representante del Estado Argentino, QUE NO HABLA EN NUESTRO NOMBRE, nos introduzca en una cruzada mesiánica, cuyo objetivo final es la destrucción del pueblo palestino y que no es avalada por la sociedad argentina.
Son 30.000 y van por más muertes. Buenos Aires, 16 de febrero de 2024″.