Tiene 27 años y está casada. Su oficio despierta fantasías, polémicas y prejuicios, que ella misma se encargó de aclarar.
«Soy Stefy Quinn, estoy casada y desde hace siete años que soy actriz porno». La joven vive en plena Capital Federal en un amplio departamento. A pesar de lo que hace, reconoce que no le gusta mucho que la reconozcan en la calle y cuenta, en una entrevista, algunos de los secretos de la industria del porno, como que el hecho de filmar no difiere mucho de cualquier otra película.
Stefy Quinn es una de las figuras más populares en la pornografía. Sin ir más lejos, es la actriz argentina más buscada en Internet. Pese a su experiencia, la joven de 27 años tiene una mirada crítica hacia la industria y también al consumo que hace el público.
El detrás de escena:
«Empieza desde el momento en el que el director te contacta para contratarte. A partir de ahí es un ida y vuelta constante para que quede todo claro en qué se va a hacer al momento del rodaje. Discutimos sobre vestuario, maquillaje, peinado, poses, ideas, etc. Sé que a simple vista parece que solo se juntan un par de personas a tener sexo y los filman, pero hay mucha organización detrás», explicó la joven.
No obstante, hay secretos que se guardan, como, por ejemplo, cuánto cobra una actriz por este tipo de películas. En su caso, ella admite que no le va mal económicamente: «Depende mucho de la productora que te contrate y del acuerdo que tengan. Por ejemplo, no te pagan lo mismo por una escena donde haya sexo anal como en una en la que no. Depende también de las horas de rodaje y de muchos otros factores. Sólo puedo asegurar que no se gana mal».
“Lo más difícil de ser actriz es la presión social que se siente. Muchas veces la gente suele pensar que soy una mujer que vive de joda, que me drogo, que fumo o tomo alcohol y nada que ver. Son cosas que no me gustan ni me divierten en lo absoluto. Llevo una vida normal, voy a entrenar, hago tiro con arco, tengo mi taller de costura, llevo una vida de ama de casa y cuando surge filmo porno porque me gusta tener sexo”, reveló la mujer.
El cuidado de la salud en la pornografía:
«Nunca grabé una escena sin protección. A todos los actores antes del rodaje nos piden sí o sí un examen completo de enfermedades de transmisión sexual. Esos estudios están hechos en clínicas de renombre y no aceptan cualquier estudio así nomás. Todos sabemos que esas cosas se pueden truchar, así que en mi experiencia los directores siempre se toman el tiempo de corroborar esta información para evitar conflictos con los actores y actrices», explicó la joven.
Stefy Quinn, íntima:
La actriz intenta ser lo más profesional posible. Ve una y otra vez sus escenas con ojo crítico, aunque también porque le gusta. El mismo morbo tiene con el resto de la industria pornográfica, lo ve para sacar ideas, pero también por placer.
Y es que, para ella, el actuar en este tipo de películas no es solamente eso, en sus escenas ella afirma que no actúa sino que se deja llevar: «Ahí soy yo en mi máximo esplendor. A veces hasta se me olvida que hay una cámara»